XXVII ENCUENTRO IBEROAMERICANO DE FILOSOFÍA PARA NIÑOS
(Gijón, 7-10 de abril de 2016)
En Gijón nos recibe el orbayu, como pide la etiqueta asturiana, a sus visitantes esperados. Es una lluvia liviana, que nos empapa de bienvenidas y nos rodea de acogimientos largamente esperados.
El cielo de estrellas está borrado por las nubes, solo la luna se muestra tímidamente en un pequeño arco de luz difusa. El efecto mágico nos inunda de nostalgia y abre nuestros corazones y mentes al reencuentro. El camino verde, paisaje de esa tierra, nos lleva a los amigos: estos nos acogen con gozo.
Nos encontramos caras de siempre, caras de familia, algunas tristemente ausentes. El relato fluye, las historias se entrecruzan, todos queremos saber. La energía llena el hall del hotel, se entremezclan abrazos, equipajes, reencuentros y acogida asturiana. Y muchas caras nuevas, ¡qué bien! Presentaciones, juventud y esperanza de futuro.
Nos regalan la pregunta: ¿qué es filosofía para niños? ¡Pero si llevamos décadas con ella! —decían algunos. Hacía falta revisarla y revisarnos. Hubo mucha coincidencia, son muchos años trabajando, revisando, reinventándonos y juntándonos. Todo nos lleva al origen Lipman y Sharp, sus escritos son como nuestra biblia, donde todo parte. Importa menos si hacemos filosofía para niños, de niños o con niños, que aportan matices importantes, que olvidar los cimientos de nuestro movimiento. Estos últimos quedaron claros. Podremos seguir trabajando un año más con el convencimiento de estar contribuyendo a formar personas pensantes, críticas, creativas y que tengan especial cuidado tanto del pensamiento suyo y del otro, como de las personas.
El viaje en autobús fue maravilloso, impresionó ese paseo por un Gijón nublado, sus edificios a veces irreconocibles, entre la bruma y el viento, aparecían majestuosos, cortando el cielo y el mar, muchas veces difusos y entrelazados. La visita al museo fue una oportunidad, la ciudad nos regaló un día de sol: degustamos arte, estrechamos amistades paseando por sus jardines y tejimos nuevos lazos de colaboración.
Tuvimos visitas inesperadas, búhos, mochuelos, lechuzas… Nos animaron, entretuvieron y volaron entre nosotros, viviendo momentos interesantes que engendraron admiración y respeto hacia ellos.
Fue un gran trabajo de los amigos de Gijón, que permanecerá en nuestro recuerdo.
Con otro broche de oro nos obsequiaron Angélica Sátiro, Tomas Miranda y un trío gallego como coro trágico, con una representación inesperada. Buena y divertida, y que también nos hizo pensar.
Gracias, compañeros y compañeras asturianos, gracias a toda la gran familia de Filosofía para Niños, nos vemos en Madrid en el encuentro del ICPIC del 2017.
Abrazos
Luis Alberto Prieto
Presidente del Centro de Filosofía para Niños (España)
Muchísimas gracias por tan cariñoso recuerdo!! Es un placer trabajar en esta comunidad y poder reencontrarse con personas tan especiales como vosotros. Nos vemos en Madrid!! Un fuerte abrazo.
Gracias por vuestra acogida y por el esfuerzo y cariño puesto en vuestro gran trabajo.
Luis
Muy bien relatado Luis. Para ser mi primer encuentro, la experiencia ha sido estupenda. Desde que os conocí, vuestro proyecto me ha encandilado, y después de esta experiencia más aún. Puedo decir que ya me siento parte de esta gran familia que sois. Muchas gracias por contagiarme de vuestro entusiasmo y buen hacer. Un abrazo enorme.
Gracias; quiero saber como acceder a literatura sobre FpN. Un abrazo afectuoso desde Gachancipá Colombia.