Filosofía para niñ@s, primeramente, es un programa educativo que surge con el objetivo de lograr desarrollar las capacidades y habilidades de un pensamiento crítico, creativo y cuidadoso dentro de la enseñanza formal, echando por tierra el presupuesto de que sólo la gente adulta y con madurez intelectual puede filosofar.
De esta forma, desde l@s niñ@s de educación infantil hasta los adolescentes tienen cabida dentro de la Filosofía.
Pero, ¿en qué consiste este programa educativo?
El progama en sí lo componen materiales para el grupo y materiales para el facilitador. Los primeros son, básicamente, novelas sembradas de problemas filosóficos, y los segundos son las guías de diálogo filosófico para el facilitador.
Así, el modelo más ortodoxo de este programa marca primero una lectura grupal de la novela que, se supone, provocará una serie de cuestiones. Se elige cualquiera de ellas y es ahí donde se comienza con el diálogo filosófico que, en último término y una vez que los participantes hayan integrado una serie de normas, se encuadrará dentro de una comunidad de investigación.
Pero, como decía anteriormente, esto es la ortodoxia, pasemos a la heterodoxia en la que comienza a vislumbrarse el espíritu de este programa que, más que programa educativo, es una manera de entender y de vivir la Filosofía.
Según como yo lo entiendo, Filosofía para niñ@s consiste en dialogar filosóficamente de cualquier problemática que resulte interesante para el grupo. Da lo mismo si se comienza el diálogo a través de una novela, de un cuadro, de la visita a un mercadillo o del simple comentario de uno de los integrantes acerca de algo que le resulte, y vuelvo a insistir, problemático. Cualquier persona de cualquier edad y condición puede filosofar, seguramente no como un profesional, pero tampoco esto importa, lo crucial es que tod@s podamos reflexionar acerca de cuestiones vitales con el fin de aclararnos, de construir juntos mosaicos de sentido, o de confundirnos más aún pero, sobre todo, reflexionar, pensar, repensar, construir y destruir, y sensar como dicen algunos.
¿Cuál es el objetivo final? Desde mi punto de vista, el objetivo último de todo esto es buscar y construir un sentido, es crecer en coherencia y conciencia de uno mismo, tal vez no para ser más feliz, pero sí para ser menos infeliz. Terapia del alma decían hace siglos…