La Filosofía para Niños como proyecto. Entrevista a Félix García Moriyón


P.- ¿Qué noción específica de «proyecto» subyace a FpN?

R.- El concepto de proyecto es muy amplio y puede ser entendido de diversas maneras. En la medida en que lo aplicamos a FpN aludimos al hecho de que es algo más que un método pedagógico o una forma de aplicar la filosofía en la escuela, incluso es más que un programa de enriquecimiento cognitivo. El proyecto de Filosofía para Niños implica varias dimensiones o aspectos:

  • es efectivamente un programa de enriquecimiento cognitivo;
  • incluye además una atención específica a otras dimensiones de la personalidad, como la creatividad o la moralidad;
  • se basa fundamentalmente en la tradición de la filosofía occidental, aunque está abierto a aportaciones de otras tradiciones;
  • pone el énfasis en la metacognición, la reflexión sobre el propio pensamiento, y desarrolla su aplicación en el seno de una comunidad de investigación, que es también objetivo del programa;
  • se plantea como una intervención de larga duración, considerando que debe estar presente al menos en todo el período de educación formal obligatoria, sin excluir su aplicación posterior y su uso en ámbito distintos al de la educación formal;
  • es un programa que trasciende el marco escolar en la medida en que se compromete firmemente con la difusión de los valores y actitudes necesarios para la construcción de sociedades democráticas.

P.- ¿Podemos entenderlo como un proyecto educativo o pedagógico?

R.- Por lo dicho en la respuesta anterior, está claro que es también un proyecto educativo, aunque no puede reducirse a eso a no ser que entendamos lo educativo en el sentido más amplio, del mismo modo en que se entendía la educación en el mundo de la Grecia clásica. En ese sentido, la paideia es una propuesta global que lleva implícita una concepción del ser humano y de la sociedad.

P.- ¿No es reductor entenderlo como proyecto pedagógico?

R.- Queda contestada en la respuesta anterior. Ahora bien, habitualmente el sentido de la palabra “pedagógico” en la actual reflexión académica es más bien reductor, delimitando un campo muy preciso de aplicación, fundamentalmente el que se refiere a la educación formal. Por eso conviene siempre, en el caso de FpN, insistir en que desborda el marco habitual de lo pedagógico, sin renunciar a ello.

P.- En cuanto proyecto pedagógico, ¿cómo se puede hacer operativo pedagógicamente? ¿Qué método, qué currículo? ¿Qué especie de razón práctica anima y edifica el proyecto pedagógico?

R.- Una de las claves de la difusión internacional del proyecto de FpN ha sido precisamente el hecho de que contaba con unos materiales que permitían llevar a la práctica lo que la teoría proponía. Los creadores del programa presentaron unas narraciones acompañadas de unos manuales de trabajo para el profesorado, en los que se ofrecían miles de actividades y orientaciones para aplicarlo en las aulas. Además ofrecía un currículo, con materiales adecuados para las sucesivas edades, de tal modo que era posible utilizarlo en todos los niveles educativos desde infantil hasta el final de la educación secundaria. El currículo se articulaba de forma coherente y progresiva, teniendo en cuenta el previsible desarrollo de los niños y adolescentes. Para completar la propuesta, el proyecto se preocupó también desde el primer momento por la formación del profesorado y diseñó unos cursos de formación perfectamente coherentes con el modelo, coherencia que favoreció notablemente la aceptación por el profesorado de un modelo de trabajo tan innovador.

Un hilo conductor de todo el diseño curricular fue garantizar que el profesorado se apropiaba personal y creativamente de la propuesta. Esto es, los materiales de apoyo se ofrecen como un andamiaje provisional sobre el que edificar la propia capacidad pedagógica del profesorado que, a partir de esos inicios, es invitado a desarrollar de forma crítica y creativa

P.- ¿Cuál es el perfil del actor/es en cuanto autor/es de su propio proyecto?

R.- No está muy claro el sentido de la pregunta y en cierto sentido su misma formulación indica cuál es la posible respuesta. El proyecto tiene como sujetos (actores y autores) de su aplicación tanto al profesorado como al alumnado. El primero pasa a ser el facilitador del diálogo filosófico en el que se va constituyendo la comunidad de investigación que se propone como camino y meta de la aplicación educativa de la filosofía. Los segundos son los auténticos protagonistas de la aplicación: es cuestión primordial en el proyecto convertir el aula en una comunidad de investigación en la que nadie educa a nadie sino que las personas se educan en comunidad. Todos los miembros de esta comunidad se implican en un diálogo riguroso que tiene como objetivo la búsqueda de la verdad, en el que las personas defienden con argumentos sus propias posiciones y están atentos a los puntos de vista de los demás. Se embarcan de ese modo en un proceso abierto en el que las propias ideas se modifican, se refuerzan, se matizan o aclaran. Este tipo de tarea es la que define a los que deben ser verdaderos sujetos de su educación, si bien se podrían enumerar un amplio conjunto de rasgos de personalidad que definen el perfil de las personas implicadas en la comunidad de investigación. Esos rasgos, por otra parte, no se plantean como prerrequisitos de la aplicación, sino como condiciones y metas de la misma.

P.- ¿De qué manera promueve este proyecto la creatividad y la iniciativa desde el punto de vista educativo, mediante el ejercicio de la autonomía y la libertad que apoya de manera fundamental a sus autores?

R.- En la pregunta está ya la respuesta. El proyecto ofrece al profesorado un marco de trabajo, con unos materiales de apoyo, pero insiste encarecidamente en la necesidad de que apliquen el programa con autonomía y libertad, siendo muy sensibles al contexto específico en el que lo aplican, en especial al propio alumnado que se convierte en sujeto preferente de la aplicación. Por lo que se refiere al alumnado, el programa de FpN se dedica a estimular su capacidad de pensar de forma crítica y creativa y de pensar por sí mismos, en un diálogo cooperativo con sus compañeros en el aula. Se trata, por tanto, de darles la voz, de que expresen sus propias ideas y de que desarrollen las destrezas cognitivas y afectivas gracias a las cuales van a poder pensar por sí mismos.

P.- ¿No subyace igualmente en el programa de FpN un proyecto antropológico y una visión de la sociedad?

R.- Se pueden señalar con cierta facilidad las fuentes filosóficas en las que los creadores del programa se han inspirado para elaborar sus materiales y fundamentar su propuesta: pragmatismo americano, con Dewey, Peirce y Mead como figuras relevantes; filosofía del lenguaje cotidiano de Wittgenstein; hermenéutica, con Ricoeur y más indirectamente Buber; y, en general, la tradición filosófica occidental. No obstante, el programa se presenta como algo abierto incorporando unos rasgos muy propios de esa tradición filosófica a la que apela: todo, incluidos los fundamentos del programa, está abierto a una discusión racional en la que se revise la solidez argumentativa de los propios supuestos.

Por otra parte, el programa defiende, y quiere promover, una persona dotada de los valores cívicos democráticos, con insistencia en la autonomía del pensamiento, la capacidad de crítica, la discusión abierta y cooperativa de los problemas, el cuidado por los demás y por la sociedad a la que se pertenece… Su compromiso, por tanto, alcanza la consolidación de sociedades realmente democráticas, esto es, sociedades en las que la libertad, la igualdad y la solidaridad sean tomadas en serio.

P.- ¿Qué intencionalidad conforma el programa?

R.- Se deduce fácilmente de lo expuesto anteriormente: hacer posible que los niños desarrollen la capacidad de pensar por sí mismos, de forma crítica y creativa en el marco de una comunidad de investigación.

P.- ¿De qué modo esa perspectiva está presente en el aula?¿Se puede hacer operativa en el aula?

R.- Esta pregunta está también contestada en las anteriores. El tipo de discusión, las actividades propuestas como eje vertebrador del aprendizaje en el aula, el papel del profesorado y del alumnado…, están todos pensados para producir los efectos buscados.

P.- ¿Qué mecanismos conceptuales trabajados en el aula por el programa de FpN tienen un impacto a largo plazo en los niños?

R.- Que yo sepa, no existe por el momento ninguna evidencia de que el programa tenga un impacto a largo plazo, aunque los estudios realizados con intervenciones de uno o dos años muestran, en general, un impacto positivo en el desarrollo de las destrezas cognitivas y en algunas dimensiones afectivas, como la cooperación o la empatía.

P.- ¿Qué tiene de específico la FpN que se manifieste como más valioso para la vida de los niños?

R.- De todo lo anterior se deducen algunos rasgos valiosos para un pleno desarrollo de los niños. En todo caso, si debiéramos centrarnos en algo especial, me gustaría decir que el programa se toma en serio a los niños, acepta sus preguntas y sus respuestas y les ayuda a explorarlas sin imponerles ninguna solución previamente establecida por los adultos. Trata a los niños como personas de pleno derecho.

P.- ¿Qué puntos de contacto existen entre la FpN, la psicología evolutiva y la sociología?

R.- Respecto a la psicología evolutiva, el programa FpN se distancia de una visión rígida de los planteamientos piagetianos, sobre todo porque considera que no existe una diferencia de clase entre el razonamiento infantil y el adulto. Estaría más próxima a las corrientes que contemplan el desarrollo psicológico de las personas a lo largo de todo el ciclo vital, desde el nacimiento hasta la edad adulta. En todo caso, el currículo está diseñado teniendo en cuenta el enriquecimiento progresivo de los niños en su capacidad de reflexionar sobre sus propias convicciones. Por eso el programa se sitúa más próximo a planteamientos constructivistas como los de Guy Claxton.

Con la sociología son menores las relaciones. Desde luego son mayores con la psicología social, uno de cuyos fundadores es precisamente Mead, en cuya concepción de la persona en relación con el contexto social se encuentra una de las fuentes de inspiración del programa.

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