Los materiales que se realizan en Filosofía para Niños siempre han tenido una tradición de adaptación, crecimiendo crecimiento y abordamiento de cuestiones diversas, pero siempre de plena actualidad y vigencia al entorno. Es por eso que el material IES nº8 ha sido una apuesta desafiante y retadora en la actualización de las problemáticas de FpN. En este caso, un grupo de docentes de Castilla-La Mancha, coordinados por Marta Aja, un grupo de docentes, primero en Madrid y luego en Castilla La Mancha realizaron una encomiable labor que hoy ve otro nuevo paso hacia delante. Hoy ven la luz los materiales liberados y totalmente digitalizados para que cualquier personas persona los pueda usar de manera gratuita y libre. Agradecemos encarecidamente la buena voluntad de Marta, los autores y de la editorial Docecalles por ponerlos accesibles en alta calidad y gratuitos. Pero antes, está bien leer algunas palabras de la propia Marta. Aquí os dejamos con su reflexión:
Del modelo de mundo en el que consideremos deseable vivir, dependerá el modelo educativo que defendamos. Ya Kant confiaba en la educación como medio para preparar a todas las personas para el ejercicio de la ciudadanía, para participar en la toma de decisiones, en una sociedad democrática. Claro que Kant confiaba todavía en una conciencia individual capaz de acceder a una experiencia problemática que nos llevaría al conocimiento universal y necesario de una ciencia acumulativa, que venía en los libros de texto, que los profesores ya conocían y que los niños debían aprender. También consideró Kant que conocimiento y valores estaban separados.
En el siglo XXI podemos afirmar que la educación puede y debe hacer por la sociedad algo mucho más valioso que transmitir una serie de contenidos que pronto quedarán obsoletos, si no lo están ya. La educación puede y debe transmitir el método mismo del conocimiento, que coincide con el método de la praxis democrática, y en el que el diálogo desplaza a las clases magistrales y los libros de texto al tiempo que la comunidad de investigación desplaza a la conciencia individual.
No podemos dejar de mencionar a John Dewey y su obra magistral: Educación y Democracia. El primer objetivo de la escuela es la reconstrucción de la experiencia en diálogo con nuestros iguales; y para eso hay que partir de la propia experiencia de nuestros alumnos, de los problemas del mundo que nos rodea, ante los que tenemos que informarnos, dialogar, tomar partido y actuar. John Dewey, y el pragmatismo americano en general, son una fuente incuestionable del programa Filosofía para Niños, que puso en marcha Mathew Lipman. Los materiales didácticos originales de Lipman y sus colaboradores son sobradamente conocidos. No obstante, como los libros de texto tradicionales, estos materiales también quedaron desfasados, puesto que el mundo en el que vivían nuestros niños y adolescentes a finales del siglo XX y principios del siglo XXI en España, poco tenía ya que ver con el mundo en el que habían vivido los niños y adolescentes americanos de treinta o cuarenta años atrás. A esto se añade que el programa FpN siempre tuvo una carencia: la epistemología. La parte de filosofía de la ciencia no está suficientemente tratada en el programa. De hecho, la novela que iba a abordar esta temática, nunca llegó a escribirse. Finalmente, los autores de la serie IES nº 8 consideramos que es necesaria una evaluación del diálogo, hay que definir indicadores observables, hacer registros rigurosos y poder constatar el progreso del diálogo.
Por todos estos motivos, surge la propuesta IES nº 8, publicada en la Editorial Docecalles y adaptada a la legislación anterior a la LOMCE. En la actualidad, consideramos que está desfasada no solo porque no se adapta a los criterios y estándares de la legislación actual (cuya relación con las competencias a las que deberían hacer referencia brillan por su ausencia), sino también porque en un par de décadas, el mundo en el que vivimos, el mundo en el que viven nuestros niños y adolescentes, ha cambiado radicalmente.
Pues bien, cuando parece que la competencia digital tiene una consideración meramente instrumental, cuando resulta que ser competente digitalmente parece reducirse saber manejar dispositivos y aplicaciones, cuando ya hemos dejado de hablar de metodologías pedagógicas y sus finalidades para ocuparnos de plataformas virtuales y efectos especiales, habría que desarrollar un pensamiento crítico y creativo capaz de ir más allá de los riesgos del mal uso de la red; tendríamos que tomar conciencia de los riesgos de un supuesto buen uso: el uso educativo. ¿Qué pasa con los datos que entregamos a los gigantes digitales a cambio de aplicaciones supuestamente gratuitas? ¿Nos socializan las redes o más bien nos enredan en una conexión tan constante como superficial? ¿Facilitan las redes mal llamadas “sociales” nuestra comunicación o más bien fomentan el postureo, el individualismo, el consumo compulsivo, la manipulación y el control? ¿Qué podemos esperar en un mundo en el que Google decide por nosotros qué encontraremos en cada una de nuestras búsquedas, en el que Amazon controla el comercio mundial y el que los datos supuestamente privados de Facebook acaban en Cambridge Anlytica (cuyos directivos ya han fundado una nueva compañía)? Para abordar todo esto, es necesaria la elaboración de materiales didácticos nuevos. Ése es el reto.
Lamentablemente, las clases magistrales, los libros de texto y los exámenes siguen siendo la columna vertebral de la educación. Y hay muchos intereses para que así sigan las cosas. No va a ser fácil, pero el sentido de nuestra profesión está en acabar con lo que Freire llamó la educación bancaria. En su momento, IES nº 8 fue un humilde paso en esa dirección; pero ahora el camino a seguir es distinto, puesto que distinto es el mundo en el que vivimos. No existen las leyes universales y necesarias con las que soñó Platón y, con él, toda la ciencia occidental. Tampoco existen materiales didácticos válidos para siempre… Ni los materiales creados por Mathew Lipman y sus colaboradores, ni la serie IES nº 8 tampoco. Como dijo el poeta, caminante, no hay camino; se hace camino al andar.
En este enlace podéis acceder al material y descargarlo totalmente gratis.