Tenemos la suerte, y el permiso, de poder compartir la ponencia de Carmen Loureiro en el XXIX Encuentro Iberoamericano de Filosofía para Niños que se celebró entre los días 5 y 7 de marzo del 2020. Agradecemos pofundamenta a Carmen que haya querido compartirlo porque es una buena prueba de que puede haber rigurosidad con belleza y afectos en los textos que pueden parecer fríos. Además, es la ejemplificación perfecta de que hace falta, aún hoy, seguir profundizando en algunos pensamientos, en el legado que hoy cuidamos.
- Hemos decidido dividir la ponencia en diferentes partes para que el contenido sea más asimilable. Aquí empieza la primera parte:
- Segunda parte
- Tercera parte
Debo empezar problematizando el título y pidiendo disculpas por haber deslizado, deliberadamente, un supuesto.
Claro que “para mí” es preciosa y creo que también para la mayoría de las personas que formamos parte de la comunidad de FpN…pero eso no implica que lo sea para muchas otras que se mueven como pez en el agua por los mares, “paralelos y procelosos”, de la Filosofía; y, mucho menos, para quienes son ajenos a ella o directamente la menosprecian.
Hecha esta salvedad, trataré de recabar las razones por las cuales algunas personas, entre las que me cuento, pensamos que la aportación de Ann es preciosa (“única”, “irrepetible” e “insustituible”) para hacer de FpN, más que una metodología, más incluso que un programa…un movimiento de renovación pedagógico-filosófico, donde el cultivo del pensamiento multidimensional es la clave de arco que sostiene todo el “edificio”.
Pero antes preciso clarificar conceptualmente lo que Lipman, Ann y otras personas entendemos por “precioso”… como luego trataré de hacer con lo que entendemos por “pensamiento multidimensional” o por “cuidado”.
En el lenguaje común solemos considerar precioso algo que es estéticamente agradable. Así nos dice la RAE:
1. Que es muy bonito. 2. Que es excelente y de extraordinaria calidad, primor o gusto.
Lipman y Sharp amplifican los usos de la palabra y nos hablan de los “criterios” para decidir si algo es precioso en “Hospital de muñecas”, “Kío y Gus” y “Lisa”.
Allí nos dicen que algo es precioso cuando es “raro (escaso; incluso, yendo un paso más allá, único)”, “excelente en su género”, “incomparable” o “irreemplazable”… y que estos criterios se pueden considerar acumulativamente o por separado, sopesando su importancia objetiva y subjetiva.
Así nos dicen en Kío y Gus:
“Los chicos que están implicados en una investigación ética necesitan ayuda para identificar lo que es precioso. Deben ser estimulados a pensar cómo se puede dar existencia a lo precioso (mediante la creación, el descubrimiento o la invención) o, si ya existe en sus vidas, cómo hay que hacer para que lo precioso siga existiendo (cuidando, protegiendo, ocupándose)”
¿Recordáis los juguetes de vuestra infancia? ¿Eran preciosos? ¿Es preciosa la naturaleza? ¿Y vuestros hijos?
¿Vosotros y vosotras, sois preciosos?
Sin ir más lejos, “yo soy un cuerpo “precioso”… y me refiero a mí por no despertar suspicacias (podría referirme a ti)… Aunque el deterioro físico y los signos de la vejez sean alarmantes… y la salud más bien precaria…Soy un cuerpo precioso porque, a pesar de la presbicia galopante, mis ojos «insustituibles» pueden seguir viendo:
vuestras caras, con todos los matices de su minuciosa expresividad; el mundo que está ahí fuera, ofreciendo su esplendor y su miseria; los libros que me permiten detener el tiempo y conversar con otras personas (vivas y muertas)… y crecer y multiplicar mis identidades, porque puedo habitar todas las geografías y todo el devenir de la historia…; gozar insuflando vida a la pintura, la escultura, la arquitectura, la fotografía, el cine…
Y gracias a mi oídos «insustituibles» (presbiacusia mediante) puedo seguir gozando de las voces de las personas que amo; del tono y el timbre de aquellas con quienes dialogo; de los “graves” de Cohen o Aute que me erizan la piel; de los sonidos incomparables del mar y la mar; de la música de Eleni Karaindrou y de tantos otros músicos/as que me han regalado momentos de exquisito placer…
Podría seguir poniendo infinitos ejemplos sobre por qué manos, piernas, mente… son preciosos, pero, para no cansar, acabaré concluyendo que “yo no tengo un cuerpo” (para eso se precisarían al menos dos: el que posee y la “cosa” poseída): “yo soy un cuerpo”… único, irrepetible e insustituible (al menos para mí y para las personas que me aman) Y mi vida, un paréntesis entre dos nadas infinitas, así que me sobran razones para estimar que mi tiempo y yo somos preciosos.
Después de esta subjetiva ejemplificación, ya sabéis a que me refiero cuando digo que la aportación de Ann es “preciosa”, por insustituible.
Remarco y subrayo este hecho porque, a veces ocurre que, ni siquiera las gentes de FpN lo tenemos claro.
Y apoyo esta afirmación con las palabras de Félix G. Moriyón, que entresaco de su excelente reseña para el libro “En comunidad de investigación con Ann Margaret Sharp: infancia, filosofía y educación” (Reseña de impagable oportunidad para este intento de profundizar en el pensamiento de Ann)
“En dos ocasiones este mismo año, de enero a mayo, he asistido a dos actividades académicas relacionadas con FpN, en las que dos ponentes, muy familiarizados con el currículo y con el proyecto global de filosofía para y con niños, dijeron explícitamente que era el “método Lipman”.
En ambas ocasiones, como en muchas otras parecidas ocurridas con anterioridad, levanté la mano para intervenir en el diálogo e hice un comentario breve y directo: “Perdón, acabas de hacer dos afirmaciones, una parcial y otra errónea: FpN no es solo un método, sino un proyecto educativo que implica mucho más que un método; en segundo lugar, no es de Matthew Lipman, sino de Matthew Lipman y Ann Sharp, los dos juntos” (FGM)
Ha llegado el momento de darle una vuelta a la matriz de las “cuatro posibilidades”:
Incluso entre las personas que estamos aquí, nos toparíamos con quienes valoran en pie de igualdad a Lipman y Sharp; con quienes piensan que el corpus fundamental es Lipman, y lo de Sharp anecdótico; con quienes menosprecian tanto a Lipman como a Sharp y unas cuantas personas, como yo, que nunca se hubieran enamorado de FpN si no estuviese impregnada de la curiosa y sensible intensidad de Sharp.
Pues eso: “Lipman y Sharp” o “Sharp y Lipman” (Como diríamos por aquí, con un pelín de ironía, porque hay comparaciones odiosas: “tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”).
Por eso me he sentido concernida y entusiasmada cuando desde FpN Andalucía se me propuso hablaros de la aportación de Ann, en esta víspera del día de la mujer.
Quizá no sea yo la más indicada. Muchas de las personas que estáis aquí podríais aportar, gracias a vuestras conversaciones con ella, parcelas que a mí se me puedan haber escapado.
La vi unas tres o cuatro veces, pero fueron suficientes para calibrar cuanta energía, rigor y goce pueden caber en una persona. Siempre la recordaré como la vi la última vez, en Alcalá de Henares, cantando “cielito lindo” con una improvisada “tropa” (que algunos tildarían de “bolivariana»)
¿Por qué yo?
Todavía no lo tengo claro, pero debo decir que he puesto todo mi empeño en investigar “vida y obra” de Ann, para sostener mis opiniones con las mejores razones… y que me he valido del argumento de autoridad de muchos de vosotros/as como apoyo.
También he de decir- para practicar un poco el pensamiento “autocrítico y auto-correctivo”- que mi particular perspectiva sobre la incidencia de Sharp en los contenidos de FpN puede haberme llevado a más de una “disonancia cognitiva” y a buscar, a menudo, “sesgos de confirmación”. Como cuando, revisando las novelas y los manuales, me topé con que algunos de los temas, planes de diálogo y ejercicios que abordaban cuestiones relativas al feminismo (“Lisa y Fran juegan al fútbol”, “El concurso de belleza”, la exótica belleza de Suki” “El retrato de Lisa”…) contrariamente a lo esperado, eran de Lipman y no de Ann.
Y entonces vino Gilbert Talbot en mi auxilio (metafóricamente, por supuesto) y precisó: “El trabajo de Ann Margaret Sharp se caracteriza por ser principalmente colectivo. Sus textos principales se encuentran evidentemente en los programas de filosofía para niños ofrecidos por Matthew Lipman. Por lo general, Lipman escribía las novelas, y luego Ann y él construían los manuales que las acompañan (…)”
“Hay dos excepciones importantes a tener en cuenta en este trabajo colectivo. Fue Ann Margaret Sharp, sola, quien se atrevió a proponer un programa de filosofía preescolar con “Hospital de muñecas”, mientras que Matthew Lipman se detuvo en el primer año de la escuela primaria con “Elfie”…Su otro trabajo excepcional es Hannah, la primera novela en un programa igualmente excepcional en prevención de violencia, presentada por el grupo La Traversée. Hannah se ocupa específicamente de la violencia sexual contra niños y niñas”. G. Talbot
Y así fue como invité a Hannah a venir desde México (Gracias a la generosidad infinita de Mª Teresa de la Garza y la traducción de Eugenio Echeverría) y mi investigación ganó perspectiva…
Las múltiples facetas del poliédrico pensamiento de Sharp brillaron con una luz nueva, que me permitió clarificar “las dudas más crudas” y confirmar algunas de las hipótesis más personales.
Por eso, también, en algunos momentos, os haré llegar la voz de Ann a través de los personajes de Hannah
***
Después de este preámbulo, para mí necesario, me centraré en algunas de las RAZONES que creo compartimos a la hora de juzgar la aportación de Ann:
• SU INGENTE LABOR EN LA DIFUSIÓN DE FpN
Si la filosofía para niños existe, y se está desarrollando en todo el mundo es, en gran parte, por la labor de Ann Margaret Sharp.
“Gracias a su acción, la filosofía para niños ahora está presente en más de cuarenta países y creciendo”. G. Talbot
María Teresa de la Garza añade que «si pensamos en FpN como una vela, Lipman representa la flama azul, que mantiene encendida la llama, y Sharp la flama naranja, que la extiende».
Angélica Sátiro refuerza esta idea diciendo que contribuyó a la difusión de FpN como “portavoz mundial”.
• SU APUESTA DECIDIDA POR LA FORMACIÓN DOCENTE
“Fue ella quien desarrolló el programa de maestría original de Mendham, luego lanzó el primer doctorado internacional en filosofía para niños en la Universidad Iberoamericana de México, antes de convertirse en un doctorado en educación de la Universidad Estatal de Montclair.
Fue la fundadora del ICPIC, que reúne a todos los centros de filosofía para niños de todo el mundo”. G.Talbot
“Siempre insistió, en sus cursos de formación, en la necesidad de que el profesorado que fuera a aplicar el programa con niños y adolescentes, desarrollara una sensibilidad filosófica y se familiarizara con las aportaciones de la filosofía a lo largo de su historia. Superando una falsa dicotomía, mantenía Ann que uno no hace filosofía si no sabe filosofía y que no sabe filosofía si no la hace (…)” FGM
Y expone, también, en sus artículos, que el profesorado debe “ser metodológicamente fuerte y filosóficamente débil”. Es decir, debe garantizar que las personas sean rigurosas con los procedimientos de la CI (Comunidad de investigación o Indagación), pero sin apoyar ni avalar ninguna respuesta filosófica específica, valorando sólo la calidad de los argumentos…”.
• SU APORTACIÓN AL «GIRO INFANTIL» DE LA FILOSOFÍA…PONIENDO LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN AL SERVICIO DE FpN
“M. Lipman escribió su primera «novela filosófica»- El descubrimiento de Harry (1987)- para adolescentes de 12 años; pero A. Sharp le dio razones suficientes de que, incluso a edades muy tempranas, era posible incentivar el pensamiento filosófico, porque los seres humanos se caracterizan por intentar comprender y encontrar “sentido” al mundo que les rodea (…) Además, y puesto que su proceso de socialización apenas está comenzando, los puntos de vista filosóficos de los niños tienden a ser frescos, originales y llenos de posibilidades» (Entrevista de Diego Pineda a Lipman y Sharp)
• SU APUESTA POR LA filosofía- en minúsculas-Y SU RENUNCIA AL ELITISMO FILOSÓFICO
(¿Por qué la gente usa esas palabras complicadas cuando puede usar otras más simples?) dice Hannah
“Sharp entiende desde el principio de su carrera profesional que la filosofía debe estar implicada en la vida cotidiana real de las personas, siendo una filosofía encarnada y exotérica que no se queda en una filosofía esotérica, centrada en la academia y en el diálogo inter-académico. Esto no implica en absoluto una minusvaloración de la filosofía académica, sino un esfuerzo personal para aportar su rigor y riqueza conceptual a la vida diaria (…) FGM
Y, para que la cita de Félix no quede tan esotérica, os cuento que (Esotérico se refiere a algo oculto o reservado para unos pocos, así como a aquello que es inaccesible o de difícil comprensión, como las ciencias ocultas -o, mismamente, algún tipo Filosofía-. Exotérico, al contrario, designa todo aquel conocimiento o doctrina que es accesible a todos)
Es el momento de recordar a Ortega cuando nos decía que “la claridad era la cortesía del filósofo”
“la opción por una filosofía más encarnada, más a pie de calle, se inicia a partir de una fuerte influencia del pragmatismo americano. Es evidente la influencia de Dewey, para quien la reflexión filosófica estaba directamente relacionada con la experiencia cotidiana de la gente y debería estar presente en la educación formal” FGM
Preciosamente dibujado por Carmen ¡ regalazo ! muchas gracias.
Excelente artículo, laboro en Editorial Juventud México y somos los distribuidores del «Proyecto Noria» publicado por Editorial Octaedro, esto me ayuda en mi labor del día a día, saludos.