El pasado jueves 29 de septiembre, comenzó una experiencia para mí inolvidable de Filosofía para Niños en mi querida Granada. Con motivo de un Proyecto de Innovación Docente adscrito al Departamento de Filosofía I de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Granada, fui invitado para organizar un curso de introducción en el programa de Filosofía para Niños dirigido al alumnado de dicha facultad, con el objetivo de participar en «La Noche Europea de los Investigadores«. Y allí me aventuré: un grupo de 20 alumnos y alumnas asistieron a dicha formación, en la que trabajamos con una metodología siempre práctica diversos materiales del programa y otros afines.
Tras una dinámica de presentación en la que dibujamos nuestros nombres de manera personalizada, y tras decidir conjuntamente la metodología de diálogo que íbamos a practicar, comenzamos trabajando con la novela «Lisa» del currículo IAPC, y, partiendo de la lectura de uno de sus episodios, investigamos junto a Harry y su padre sobre «¿Qué es una pregunta?». En una segunda sesión, realizamos una dinámica que titulo «El círculo de libre expresión», inspirado en una dinámica de Oscar Brenifier, que nos sirvió para comprender la importancia de la escucha, de la reflexión antes de participar, del respeto de los turnos de palabra, mientras dialogamos sobre una variedad cambiante de temas que iban proponiéndose. En tercer lugar, realizamos un último taller de práctica utilizando los materiales de Filosofía visual para Niños «Wonder Ponder«, en concreto el material titulado «Yo, persona», indagando sobre cómo podemos saber que no somos un robot. En cada una de dichas sesiones, al concluir, realizamos un ejercicio de metacognición en el que resaltamos las habilidades de pensamiento que se habían trabajado en cada taller, cerrando con un ejercicio de evaluación figuro-analógica a partir de imágenes de Chema Madoz.
Para finalizar esta jornada formativa, dejamos un tiempo para que las 10 personas seleccionadas para practicar lo aprendido en «La Noche Europea de los Investigadores» pudieran diseñar y preparar sus propios talleres, que pusimos en común, resolviendo dudas y haciendo nuevas propuestas, de manera que el grupo se retroalimentó de las ideas y sugerencias de unos y otras.
Al día siguiente, en la mañana, nos esperaba la prueba de fuego: nervios e ilusión se mezclaban en cada uno de nosotros, participantes y organizadores. Nuestra actividad dentro del evento, titulada «Una mañana de Filosofía para Niños«, estaba lista para empezar: toda una mañana, de 11h a 14h, nos esperaba llena de talleres y comunidades de investigación filosófica. ¡Y fue un gran éxito! Asistieron grupos de Primaria, de Secundaria, e incluso grupos espontáneos que, al ver lo que estábamos haciendo, quisieron sumarse a la experiencia. Profesores y curiosos se acercaron a preguntar sobre la actividad, sobre los materiales, pidiendo información y contactos para enriquecer sus prácticas docentes o seguir informándose sobre el programa FpN. ¡Incluso un profesor de inglés encontró en nuestros materiales una herramienta con la que trabajar el inglés a la vez que sus alumnos aprendían a pensar por sí mismos!
La mañana terminó y ahí seguíamos: repartidos por todo el espacio de nuestro stand, círculos de pensadores y pensadoras investigando en comunidad sobre aquellas cuestiones que los materiales que utilizaron nuestros jóvenes facilitadores provocaban en cada persona y grupo. ¿No es hermoso?
Y como guinda final, y con la satisfacción cosechada en la mañana, se me invitó por la tarde a participar en una mesa redonda en el Centro de Empresas TIC (CETIC) de la Universidad de Granada, donde realizamos una visita de sus instalaciones. Junto a otros dos ponentes, que hablaron sobre las posibilidades laborales de la Filosofía y las oportunidades que este tipo de centros y otros de la Universidad de Granada brindan a su alumnado, impartí una ponencia llamada «La Filosofía para Niños: un nuevo horizonte para la pedagogía filosófica», en la que profundicé en los principales fundamentos del programa FpN, compartiendo con quienes asistieron mi propia experiencia docente y la aplicación de la metodología FpN como profesor de Filosofía en Secundaria.
Para acabar esta memoria, sólo quisiera expresar mis agradecimientos a los coordinadores del Proyecto de Innovación Docente, y a quienes asistieron a todas las actividades, por tan maravillosa experiencia. Porque gracias a actividades como éstas ayudamos a seguir difundiendo este programa que tanto tiene que aportar a niños, niñas, adolescentes e incluso adultos que se acercan, lo practican, y forman comunidad de investigación. ¡Sigamos fomentando el pensamiento crítico, creativo, emocional y ético! ¡Gracias, filósofos y filósofas!
Enhorabuena Paco
¡Enhorabuena, me hubiera encantado asistir! ¡Ahora a organizar muchos más encuentros de este tipo!
Enhorabuena. Ha debido ser fantástico. A mi también me habría gustado asistir.